POLÍTICA EDUCATIVA DE MÉXICO II

“LA EDUCACIÓN NACIONAL EN EL SEXENIO 1988-1994”

La educación básica durante este periodo logro inscribir al primer grado de primaria a casi la totalidad de los niños pero este fruto resulto ser notablemente deficiente e inequitativo pues no pudo contribuir a reducir las desigualdades que ya existían en las diferentes entidades federativas del país. Otro factor importante que afecto a la educación básica fue su financiamiento que se redujo globalmente mientras que seguían aumentando las matriculas totales, los recursos humanos dedicados a la educación, y las instalaciones escolares, por lo que se redujo significativamente el gasto por alumno.

En respuesta a estas problemáticas el Presidente  Salinas de Gortari dio a conocer a través de PNME (Programa Nacional para la Modernización Educativa) algunas disposiciones que debían dirigirse al desarrollo del sistema educativo de las cuales destacan:

·         La reorganización del sistema escolar, se buscaba que los maestros, junto con los alumnos, los padres de familia, los trabajadores, los intelectuales y los comunicadores sociales, participaran activamente en el sistema educativo.

·         Distribución equitativa de las oportunidades educativas principalmente a grupos vulnerables.

·         Reformulación de los contenidos y materiales educativos.

·         Revaloración de la función magisterial. (Actualización y capacitación docente)

En la educación Media el gobierno de Salinas de Gortari, dio más énfasis en la  educación de carácter vocacional y a las que imparten educación comprehensiva. Dicha política ha partido del supuesto de que México requiere más técnicos de nivel medio que profesionales formados en el nivel superior, con lo anterior el sistema educativo se proponía satisfacer los requerimientos de equidad, de utilización eficiente de los recursos disponibles y  la eficacia, lo cual  resulta difícil de satisfacer ya que es lo que se ha venido requiriendo en los sexenios anteriores.

En la educación superior se observa que es necesario que se apoye la gestación de un nuevo proyecto nacional, que a través de sus programas curriculares se contribuya  de diversas maneras  a la cristalización de diseñar, implantar y difundir nuevas conceptualizaciones del ejercicio profesional en la mayoría de los campos de la ciencia y la tecnología a que se refieren  las carreras que se ofrecen a través de los programas docentes.

Lo anterior exige que en la planeación de la educación Superior se considere en forma adecuada la heterogeneidad de los mercados de trabajo, así como los roles ocupacionales de naturaleza asalariada y no asalariada. Para finalizar puedo concluir que los proyectos aprobados al igual que en  los sexenios anteriores, responden claramente a las necesidades del modelo en turno en este caso el “desarrollo” y que las propuestas generadas para la educación durante el sexenio  de Carlos Salinas de Gortari solo apuestan por el desarrollo de la economía a través del sector educativo, recubriendo las desigualdades generadas por este proyecto modernizador que pretende incluir a toda la sociedad a la era global ignorando realmente que no todos tienen la oportunidad de acceder a la educación y por lo tanto no todos desarrollan las mismas habilidades y competencias que requiere el mercado para la participación en el campo laboral.