POLÍTICA EDUCATIVA DE MEXICO II

 

ESTADO, EDUCACIÓN Y SOCIEDAD

Durante el sexenio de Carlos  Salinas de Gortari se dieron a conocer diversos puntos que pretendían elevar la calidad de la enseñanza en las instituciones de educación Superior,  buscaban fortalecer y avanzar en los cambios, que requería durante el momento  este nivel educativo a partir de dos premisas importantes:

·         Absoluto respeto a la autonomía universitaria.

·         Reconocimiento de la obligación del Estado mexicano para promover una educación superior de calidad ante los retos que vive la nación.

De acuerdo con los puntos establecidos, el mejoramiento de los niveles de calidad en la educación superior requería  que se contara con los recursos necesarios para el desarrollo de las actividades docentes y de investigación a fin de contribuir a la formación de profesionales e investigadores con el fin de impulsar el desarrollo de la ciencia y la tecnología.

En este período la evaluación de las instituciones de educación superior se basaba en distintos parámetros establecidos por el gobierno federal, siempre en  la lógica del mercado para tratar de cubrir sus necesidades e intereses y de acuerdo a los proyectos económicos que se han instrumentado.

 El 31 de mayo se publicó “El Plan Nacional de Desarrollo” que en materia educativa se propone alcanzar cuatro objetivos fundamentales:

o   Mejorar la calidad del sistema educativo en congruencia con los propósitos del desarrollo nacional.

o   Elevar la escolaridad de la población

o   Descentralizar la educación y adecuar la distribución de la función educativa a los requerimientos de su modernización y de las características de los diversos sectores.

o   Fortalecer la participación de la sociedad en el quehacer educativo.

La llamada modernización de la educación, política, de las estructuras económicas, de la producción, de la ciencia y tecnología que se sustenta en  el régimen de Salinas plantea como exigencia nacional ponernos a la altura de los tiempos, y tiene grandes limitantes, pues trata de instaurarse desde arriba sin comprender realmente las necesidades del país.

 La transformación educativa, resulta condición indispensable para esta modernización, y se interpreta como el sometimiento de las instituciones educativas a las exigencias de las estructuras económicas del país, que colocan a la educación al servicio de la producción.